Sinopsis
A primera vista, nuestro Sol parece una estrella tranquila, pero no lo es. El 23 de julio de 2012, una erupción masiva de eyecciones de masa coronal envió una colosal nube de materia solar hacia el espacio que atravesó la órbita terrestre. Fue la tormenta solar más severa en 150 años. La Tierra consiguió esquivarla, pero si la erupción se hubiera producido tan solo nueve días antes, nos habría golpeado de lleno. Los expertos creen que el impacto directo habría provocado un apagón global y, por lo tanto, que todos los aparatos conectados a un enchufe hubieran dejado inmediatamente de funcionar. Todo esto habría afectado a nuestras vidas tan dependientes de la tecnología. Los científicos aseguran que los efectos hubieran sido tremendos y habríamos tardado de cuatro a diez años en recuperarnos. Pero es solo cuestión de tiempo antes de que una violenta tormenta solar nos golpee.